"EL PICADOR DE PIEDRA"
El picador de piedra vivía contento, hasta que, un día, fue a entregar unas piedras al palacio de un príncipe riquísimo. Al ver las camas de oro, los criados y las sombrillas que protegían al príncipe del sol, el picador de piedra suspiró: - ¡Ah…! Si yo fuera un príncipe, ¡qué feliz sería!