Tiempo de oscuridad
Un escaparate, que aparentaba haber salido de un circo, se hacía notar en las angostas calles que la rodeaban. Alma, muy inocentemente tras plasmar su sello personal, en una de las paredes, se volteó al escaparate y quedó totalmente perpleja tras lo que acababa de ver. ¡Era ella misma pero en versión muñeca!